La primera mujer trans que accedió a un reemplazo educativo

“Me temblaban las piernas”, expresó Alejandra Ironici.

Alejandra Ironici se convirtió nuevamente en la protagonista de una nueva conquista de derechos en la provincia de Santa Fe. Junto a Lucía Giménez, lograron acceder a los primeros reemplazos educativos siendo mujeres trans. En diálogo con Buen Santa Fe, la primera brindó detalles de lo que significa esto como así también de sus sensaciones frente a los alumnos.

Es un orgullo poder estar contando a la sociedad que, después de 10 años, fuimos las dos primeras compañeras trans en acceder a los reemplazos educativos. En el caso mío, en la Escuela 340 de Santo Tomé. Es un orgullo y un paso más para demostrarle a la sociedad el paso que soñamos.

“Es la puerta fundamental de lo que veníamos peleando: el sistema educativo tenía que ser con nosotras. En ese proceso veníamos trabajando con Lucy para romper ese prejuicio social. Hoy nos toca hacerlo desde adentro de las escuelas, ya como docentes. Para nosotros es un orgullo fundamental para poder estar trabajando esas situaciones desde la docencia”, comenzó diciendo Alejandra.

Con respecto a sus sensaciones frente a los alumnos, contó: “primero me temblaban las piernas: pude entrar a la escuela, el cariño y que me digan ‘profe’ me llenó de orgullo y satisfacción. Sentir eso, que te reciben con otra impronta, mirada y cabeza denota el trabajo que venimos haciendo en la provincia de Santa Fe: un trabajo militante y de personas trans que aún no pueden acceder. Pido que se reglamente el cupo laboral trans: se trata de oportunidades”.

“Es un orgullo que las personas que se sientan identificadas con la diversidad, el género y las disidencias puedan estar acompañadas y no se sientan solas en el sistema educativo”, agregó.

Además, pidió por la reglamentación del cupo trans en la provincia. “Todavía no han llamado a concurso. No se ha implementado en todo el territorio santafesino: estamos hablando de diferentes ministerios y de 52 personas, a las que les cambiaría la vida. Si sumamos las 52 del año pasado, tendríamos que tener alrededor de 100 compañeros trabajando. Seguimos trabajando y batallando”.

También, señaló lo que representa que personas del género trans puedan acceder a trabajos. “Ningún ciudadano se realiza si no tiene trabajo, que es el pilar fundamental para que se pueda desarrollar en la vida. El trabajo es la base o cimiento de cualquier casa: cualquier adolescente de la sociedad puede proyectar la compra de autos o motos con 18 años y nosotros, cómo sobrevivir y con qué iban a comer. Las mujeres trans estaban paradas en una esquina para poder solventar un alquiler, pago de la comida, la ropa. No vivimos del aire. Eso es fundamental”.

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