Logró llevar a cuatro de sus siete mascotas. Volvió a buscar a las tres que faltaban, pero la aerolínea le permite cargar sólo a dos y su amada «Negrita» se quedó sin lugar. Necesita que otro pasajero lo haga.
Alejandra Pintos es de Brasil, pero vivió 10 años en Argentina. Decidió dejar su casa en la provincia de Río Negro y aventurarse a Portugal para comenzar una nueva vida, conocer otras culturas y, también, para mejorar económicamente. Sin embargo, Alejandra no vivía sola en la ciudad rionegrina de General Roca: su
familia estaba formada por su pareja, Fredy, su gatito y seis perros que rescató de la calle. Al comienzo estuvieron en tránsito, pero se terminaron quedando.
La joven de 32 años siempre tuvo en claro que si ella se iba, su familia se iría con ella. Es así como emprendió tres viajes desde nuestro país hasta Europa para cumplir ese sueño. Sin embargo, la compañía aérea sólo le permite llevar dos mascotas en cada viaje y el próximo 10 de junio ella necesita trasladar a tres. El “Choco” y Matsumoto ya tienen su pasaje, pero «La Negrita» -una “vieja sinvergüenza”- no tiene lugar en el vuelo y le rompería el corazón tener que dejarla atrás.
“Si alguien viaja por Iberia, Buenos Aires a Madrid, el día 10-06, por favor, ¡¡ayudanos!! No hay que hacer nada más que llamar a Iberia y solicitar el servicio de transporte de mascotas. Yo viajaré ese mismo día con mis otros 2 perros. Yo hago los pagos, los trámites, los despacho, los paso por el scanner. Sólo necesitamos que alguien solicite el servicio. Queremos finalmente reunir nuestra familia y empezar la vida por completo en nuestro nuevo país. Si nos podes ayudar, por favor, entrar en contacto por WhatsApp +542994680598”.
El posteo del 26 de mayo con el pedido de ayuda se volvió viral en Facebook y saltó a otras redes sociales. Sin embargo, Alejandra todavía no consiguió a una persona que viaje ese día. El “Negro”, “La Maca”, el gatito y la “Negrita” ya están en Portugal.
“Sería un dolor muy grande dejarla y que sienta que la abandonamos. Queremos respetar su vida y mejorar su pasado. Ella tiene 10 años y estaría bueno que sus últimos años lo pase bien, en este caso en Europa. Nosotros damos lo que está a nuestro alcance para que tenga una vida digna: una casa calentita, amor y comida”, confió Alejandra