La Iglesia católica vive hoy una nueva experiencia de fe, con la visible exaltación por la vida y obra de San Pío de Pietrelcina, “el Padre Pío”, quien fue beatificado en 1999 y canonizado en el año 2002 por el papa Juan Pablo II.
A pasos agigantados, su figura se difunde entre la feligresía y cada vez son más las personas que se interesan por conocer detalles de su vida. Otros ya hablan de milagros concedidos.
San Pío murió el 23 de septiembre de 1968, y es esa la fecha en la que anualmente se lo venera.
San Pío nació en Pietrelcina (Italia) el 25 de mayo de 1887 y fue un fraile y sacerdote capuchino famoso por sus dones milagrosos y por los estigmas que presentaba en las manos, pies y costado. Nacido como Francesco Forgione, le fue dado el nombre de Pío cuando ingresó en la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos.