“Hola, me llamo Gabriela Bosetti, soy riojana de 31 años. Trabajé siempre por la Educación Pública, soy Licenciada y Doctora en Informática, y desde enero saqué licencia y estoy en Lyon, Francia, haciendo un postdoctorado. Desafortunadamente en mayo me diagnosticaron hiperhidrosis plantar. Desesperada y sola, visité todo tipo de doctores hasta que en Octubre me enteré de un procedimiento y fui derivada a un cirujano para consultar si era una solución viable para mí o no. El doctor me dijo que si, que una simpatectomía lumbar resolvería mi problema, y confié en él. Le pregunté acerca de las posibles consecuencias, entre ellas:
-si iba a poder viajar a Argentina para Navidad
-Si esto iba a imposibilitar hacer alguna actividad, como patinar, correr
Y especialmente si iba a tener algún problema con las altas temperatura porque soy originaria de una ciudad con 50 grados en verano y me dijo que no… que no iba a tener problema alguno, porque además, era joven y sin problemas de salud.
Además, amablemente, me ofreció hacer que la operación sea cubierta 100% por la Seguridad Social. De modo que no tenía que pagar más que la internación. Esto, obviamente, me incentivó aún más y decidí hacerla, porque pensé que me iba a dar calidad de vida antes de volver a Argentina.
Se me practicó la operación en octubre y tras unos días de reposo comencé a tener problemas que no pararon de empeorar a la fecha”.
Agregó además “mis pies y piernas levantan una temperatura de 38 grados (si, fiebre) estando descalza y haciendo solo 15 grados en el entorno. El calor no es un calor típico, un pie llega a los sumo a 34 grados. Me genera un dolor insoportable que me hace llorar, y mi piel se pone roja como quemada por muchas horas de sol”.
“Perdí la vasoconstriccoón, así que no puedo mantenerme más de una hora parada. Si estoy en silla de ruedas, al hacer esfuerzo la sangre igual se va a mis pies. Yo no fui advertida de esto, de haberlo sabido no me hacía la operación. Tengo que pasarme gran parte del día postrada, con las piernas en alto.
Mi espalda me duele mucho. Y estar acostada tampoco es una solución, ya que el calor se extiende por las piernas. Es como estar en agua hirviendo y no poder salir nunca.
No puedo usar calzado cerrado, ya que mis pies no consiguen autorregular la temperatura, y no paran de recalentarse
Ya no puedo salir ni hacer ejercicio, y paso mis días encerrada sin poder sacar los pies fuera de un balde con agua.
Tengo pies calientes y manos frías, un pié y una mano más caliente que la otra (y una sensación de tener dos cuerpos)
Me dan sacudones en todo el cuerpo durante la noche que no me dejan dormir por más de dos horas seguidas pese a estar medicada con Pregabalina
Sudo muchísimo mis manos.
Mis labios están todo el tiempo lastimados, por más que me hidrate y use cacao.
Mi cara y espalda se volvieron extremadamente grasosas y mis ojos muy secos”.
Agregó que “el médico me dijo que el proceso no es reversible debido a que en lugar de colocar un clip (como se hace actualmente) cortó un nervio y retiró entre 3 y 5 cm. Esto lo supe después de la operación. El médico se lamentó por no haberme explicado ese detalle del proceso y las consecuencias antes de operarme y me dijo que: “ahora tengo que aprender a vivir con el dolor”… “que nunca va a pasar, y que no hay nada para calmarlo”. Además me dijo que nunca alguien tuvo pies tan calientes con esta operación. Mi médico de cabecera me recetó Laroxyl, y luego Pregabalina en diferentes dosis (llegue a 150), pero el dolor no parece ser nervioso sino de la piel caliente, es un dolor como cuando nos quemamos con agua hirviendo. Hasta la fecha, nada me calma el ardor y el dolor cuando hacen tan solo 15 grados. Seguiré intentando tratamientos en Argentina, pero la realidad es que mis nervios están desconectados, y no hay manera de sentirse bien sin que eso vuelva a estar unido”.
“Sin embargo, tras contactar a médicos de Argentina, EEUU, y gran parte de Europa, un neurocirujano argentino me hizo saber de un grupo de taiwaneses encabezado por el Dr. Tommy Chang que cuentan con la experiencia y la tecnología para hacerlo. De hecho, estuvo hace poco en Argentina dando conferencia (ver jueves y viernes en http://www.alam2019.com.ar/programa-cientifico/). Conseguí entrar en contacto, y tras contarles el detalle de lo sucedido me dijeron que efectivamente pueden ayudarme, y que mediante la reconexión de nervios ha conseguido recuperar un 60-70% de la función perdida por nervios cortados. Incluso me pusieron en contacto con ex pacientes, y me ofrecieron los resultados de los primeros pacientes que tuvieron. Hoy ya van 20 personas operadas y exitosamente curadas. Una amiga además me ayudó a entrar en contacto y a pedir ayuda e información a gente muy amable en La Cámara de Comercio Argentino Taiwanesa en Taiwán, y junto a profesionales de la medicina de allá me ayudaron a averiguar sobre el hospital. El Chang Gung Memorial Hospital es un hospital de prestigio y el centro mundial de la reconstrucción en el que se atienden miles de personas y recibe un gran caudal de extranjeros al año. Hay un documental sobre este Hospital en el Discovery Channel”.
Agregó “me pidieron mi historial clínico, y tuve que pedirle mis registros de la operación al cirujano porque no me los habían dado, y se negó a firmármelo. Me dijo por mail que él no firma registros a nadie. Afortunadamente, los registros son de acceso a todos los doctores y mi médico tratante me los firmó. También me derivó para que mi caso sea analizado en Taiwán”.
“Es difícil explicarlo en una foto, pero a 10 grados mis venas se llenan de sangre al punto de terminar en fiebre. El dolor es como si te tocaran la piel con hierros calientes. Llega un punto en que no puedo caminar porque cualquier calzado me lastima. El dolor, más que interno, es externo, cuando el calor en la piel sube, es dolor de la piel.
Además, el cirujano no quiso decirme con exactitud qué nervios cortó y tuve que hacerme una radiografía para saberlo”.
“Hice una exposición en Francia, aunque mi situación, al no poder desplazarme demasiado y estando completamente sola, me limitó mucho para continuar con una denuncia.
MI CASO FUE ACEPTADO en el Hospital de Taiwán, pero mi situación se agravó al punto que tuve que volverme antes a Argentina, para volver a vivir con mi familia, porque en estas condiciones ya no me siento capaz de cuidar de mi misma. Siento que es injusto, porque trabajé muy duro por lograr venir un año a formarme. Pueden ver todo lo que logré en mi perfil de Linkedin: trabajé en la UNLaR, en la UNLP, en la UNQ, di un curso en la UPA, trabajé para la Unitelma Sapienza de Roma y para la Université de Lyon. Este año gané el premio al mejor artículo científico en Austria. Y ahora tuve que rechazar una oportunidad que me ofrecieron de extender mi contrato por esta condición. Perdí mi salud, y en consecuencia, un futuro laboral excelente que me costó mucho esfuerzo construir, debido a las actuales condiciones después de la operación.
Les pido, por favor, que me ayuden a hacer realidad la reconstrucción que necesito para poder volver a ofrecer lo mejor de mí a nuestra sociedad. La operación de reconstrucción de nervios es únicamente practicada mediante microcirugía y con un equipo de 3 cirujanos. Mi caso, tras analizar mi historial clínico, fue aceptado. Pero el costo de la misma es de 36500 USD, y yo no tengo manera de acceder a esa suma actualmente. Siempre trabajé en Educación, nunca tuve un sueldo que me permita tener hoy ahorros para solventar este gasto. Mi familia también son docentes, y no tenemos manera de juntar esa inmensa cantidad”.
“Esto no es una enfermedad, no es algo que se cura con el tiempo. Me faltan entre 3 y 5cm de nervio que encima tienen clips en las puntas. Reconectarlos mediante esta cirugía es mi única esperanza de volver a vivir bien: poder dormir más de 2 horas, poder caminar sin que toda la sangre baje a mis pies, poder dejar de estar postrada con los pies en alto o en el agua, poder volver a estar bien”.
“Nunca me gustó pedir, pero realmente estoy desesperada. Por favor, así sea realmente muy poco lo que puedan ayudarme es un granito de arena que sumado al del resto, puede ser mi única vía de sanación. Quienes quieran, además, pueden enviarme el comprobante por mail y prometo devolverles el dinero tras operarme, si lo consigo”.
A continuación les compartimos los datos de Gabriela
Caja de Ahorro $ 21700302307065
CBU: 0110030330003023070651
Titular: BOSETTI GABRIELA ALEJANDRA
CUIT/CUIL 27-33609728-8
DNI 33609728
https://www.facebook.com/gabybosetti
https://www.instagram.com/hoyxvos_arg/
Aún no tengo teléfono, pero les dejo el de mis tías:
Esther Bosetti: +5493804666375
Liliana Bosetti: +5492974011619
Y mi mejor amiga:
Victoria Martínez: +5493804772500