La pareja permanecía internada en la clínica CEMEP de la ciudad fueguina de Río Grande.
Según se pudo conocer, Claudio (88) y Miriam Boyadjian (86), se contagiaron tras haber recibido la visita de sus familiares y vecinos.
Él había llegado a Río Grande en 1958 luego de migrar desde Francia a los 12 años. Decidió mudarse al sur gracias a un aviso clasificado, y allí conoció a Miriam sin saber que permanecerían juntos hasta que la muerte los separara. Tuvieron seis hijos, quienes les dieron 10 nietos y llegaron a conocer a cuatro bisnietos.
Claudio trabajó en firmas petroleras, en la industria electrónica y pasó sus últimos días como empleado de una fábrica de escobas. Miriam, por su parte, se dedicó a cuidar y criar a sus seis hijos.