Cuando la compra ya se había realizado, se quedaron para probarlo y allí ocurrió el desenlace fatal.
El jubilado se colocó delante del auto para ver el estado del motor, su nieto se puso frente al volante, lo encendió, pero nunca observó que estaba en cambio, y lo atropelló.
De forma inmediata el hombre cayó al asfalto y comenzó a sentir un fuerte dolor de cadera. Minutos después una ambulancia llegó al lugar y lo trasladó hasta el hospital San Roque de Gonnet, donde ingresó “estable y consciente”.
Sin embargo, este lunes por la tarde los familiares recibieron la noticia de que el jubilado había fallecido tras sufrir un paro cardiorrespiratorio.