Los Juegos Olímpicos están repletos de historias personales de superación. Muchos atletas han tenido infancias complicadas que les han dificultado poder llegar a disputar esta gran cita, aunque son varios quienes lo consiguen y uno de esos casos es el de Masomah Ali Zada, quien este miércoles competía en la prueba de ciclismo femenino de contrarreloj.
La deportista de 25 años nacida en Afganistán tiene una vida de película y, de hecho, ya hay dos documentales que la cuentan. Cuando era pequeña tuvo que emigrar a Irán para escapar de los talibanes de su país natal y fue allí, con su hermana, donde le comenzó a picar el gusanillo del ciclismo.
Pero en la adolescencia tuvo que regresar a Afganistán y allí pocos veían con buenos ojos que se dedicara exclusivamente a perseguir su sueño de ser ciclista profesional.