El Ejército israelí combatía este domingo a milicianos de Hamas en ciudades del sur de Israel por segundo día luego del ataque sin precedentes del movimiento palestino, tras haber lanzado más bombardeos en Gaza y de intercambiar disparos con el grupo islamista libanés Hezbollah, lo que hacía temer una expansión de las hostilidades.
Medios israelíes, citando a voceros de los servicios de rescate, dijeron que los ataques dejaron al menos 600 muertos en Israel, mientras que autoridades de Gaza, el enclave costero palestino gobernado por Hamas, informaron ya de más de 300 muertos por bombardeos israelíes.
Autoridades militares israelíes dijeron que todavía había algunos combates en curso más de 24 horas después del ataque sorpresa desde Gaza, en el que combatientes de Hamas, respaldados por una andanada de miles de cohetes, rompieron la barrera de seguridad de Israel y arrasaron comunidades cercanas.
Los islamistas tomaron rehenes y se los llevaron consigo al enclave costero, entre ellos mujeres, niños y ancianos, secuestrados que en el pasado han canjeado por cientos, a veces miles, de prisioneros palestinos retenidos en Israel. El Ejército israelí dijo que una cantidad “sustancial” de israelíes fueron secuestrados, pero no precisó cuántos.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba “en guerra” y que Hamas pagará un alto precio a sus enemigos.
El gabinete de seguridad israelí aprobó anoche poner al país oficialmente en guerra y autorizar “actividades militares significativas”, informó hoy la oficina de Netanyahu, lo que se interpretó como la antesala de una posible incursión militar terrestre en Gaza.
La declaración debe ser aprobada ahora por dos comisiones parlamentarias, y luego el primer ministro deberá anunciarla ante el pleno del Parlamento.
Hamas dijo que lanzó la operación cansado del bloqueo que Israel impone a Gaza desde 2007 y para vengar incursiones militares israelíes en Cisjordania, la ocupación y colonización de esos territorios que los palestinos reclaman para fundar su Estado y la profanación de sitios sagrados islámicos de la Ciudad Vieja de Jerusalén este. Líderes de Hamas dijeron estar preparados para una mayor escalada.
En Cisjordania, los otros territorios palestinos, el presidente palestino, Mahmud Abbas, acusó a Israel de “agresión militar” contra Gaza y ordenó enviar ayuda humanitaria a la región.
Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y países de todo el mundo, incluyendo a Argentina, condenaron los ataques de Hamas, y el papa Francisco pidió hoy el fin de las hostilidades.
“Que cesen los ataques y las armas, les pido por favor. El terrorismo y la guerra no llevan a ninguna solución, sólo a la muerte y el sufrimiento de tantos inocentes”, aseguró el Papa desde el Vaticano.