A medida que los países de todo el mundo lentamente levantan distintas restricciones, los gobiernos están experimentando exactamente qué tan prescriptivos deben ser al dar pautas sobre cómo las personas deben navegar por la nueva normalidad, incluso en la intimidad de sus sábanas.
El coronavirus no es una enfermedad de transmisión sexual. Pero sí expone al contagio a través de las vías respiratorias. En este sentido, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, España, elaboró una guía con una serie de recomendaciones para mantener relaciones sexuales seguras en tiempos de pandemia a través de un listado de preguntas y respuestas para disminuir el riesgo de contagio por COVID-19 entre la población.
“Sabemos cómo reducir las infecciones de transmisión sexual con los preservativos y las vacunas, y a veces, en el caso del VIH, con tratamientos preventivos. Ahora tenemos que ser también conscientes de que el virus de la COVID-19 se transmite por vía respiratoria”, dicta la guía.
A pesar de que no hay evidencia suficiente de que la enfermedad se transmita a través del sexo vaginal o anal, durante el sexo es fácil exponerse a la respiración o la saliva que sí transmiten el virus. Por eso, una de las principales recomendaciones es la de no besar ni intercambiar saliva con personas con las que no se convive. Si se mantienen prácticas de sexo oral-anal se recomienda usar preservativos o barreras dentales.
Y es que besarse, por supuesto, puede propagar el coronavirus, y los investigadores en China descubrieron que el coronavirus puede permanecer en el semen, según un artículo publicado en JAMA Network Open, una revista médica revisada por pares. Si bien esto no prueba que el virus pueda transmitirse sexualmente, los expertos dicen que el contacto cercano con una pareja implica cierto riesgo.
¿El espacio donde se mantienen relaciones sexuales tiene importancia? En la guía afirman que sí y que para reducir el riesgo de contagio, aseguran que hay menos posibilidades de contagiarse si las relaciones se mantienen en espacios grandes, abiertos y bien ventilados.
En el caso de mantener relaciones sexuales con las personas convivientes, el riesgo es bajo siempre y cuando no tengan ningún síntoma y no hayan sido expuestas al virus. En cambio, la guía recomienda reducir al mínimo las relaciones sexuales con personas no convivientes.
Sin embargo, también es vital evitar la sexualidad con personas que no están seguras de ser portadores asintomáticos y, aún entre parejas estables y convivientes, respetar los protocolos, ya que existen muchos casos de contagios dentro de este tipo de parejas, probablemente por la incorporación del virus al hogar cuando uno de ellos sale a realizar compras u otro tipo de salidas.
Recomiendan lavar con agua y jabón los juguetes sexuales en caso de usarse, y desinfectar los teclados y las pantallas si se comparten con alguien (Shutterstock)
Esta no es la primera vez que se menciona el espacio como escenario fundamental. De hecho, un estudio de Harvard, clasificó los escenarios sexuales en función de la probabilidad de que las personas contraigan coronavirus mientras tienen relaciones. Aquellos en el extremo inferior de la escala incluyeron la abstinencia (no tener relaciones sexuales en absoluto) y la masturbación, mientras que el sexo con personas de su propio hogar y los de otros hogares se determinó que eran actividades de “alto riesgo”.
En cuanto a si existen o no prácticas sexuales seguras, aseguraron que predominan aquellas en las que no hay contacto físico con otras personas como, por ejemplo, la masturbación personal, el sexting o las reuniones sexuales virtuales.
Y es que para aquellos con nuevas parejas o que conocen a sus parejas sexuales en línea hay otras formas de expresar el erotismo, como el sexting, las videollamadas, la lectura erótica y la masturbación, como alternativas a las relaciones sexuales con penetración.