Austen Ivereigh, antiguo colaborador laico del difunto arzobispo de Westminster, el cardenal Cormac Murphy-O’Connor, vaticinó: “No creo que haya ninguna duda de que [Francisco] renunciará en 2020”. Y continuó, refiriéndose a Su Santidad: “Dejó claro desde el principio que consideraba el acto de Benedicto como un acto profético de gran modestia y no tendría absolutamente ningún problema en hacer lo mismo”.
“Lo interesante es que declaró en la televisión mexicana Televisa en 2014 que estaba convencido de que tendría un corto papado de unos cinco años”, decía entonces Ivereigh. Y añadía: “Lo que oigo ahora en personas cercanas a él es que va a necesitar siete años para acabar su plan quinquenal y que, por supuesto, eso significa seguir hasta 2020.”
Si Ivereigh tiene razón, eso significa que le quedan pocos días para anunciar su renuncia antes de empezar 2021.
En la mentada entrevista con una periodista de Televisa, Valentina Alazraki, y preguntado sobre la duración de su papado contestó que intuía vagamente que sería un pontificado breve, de unos cinco años, que “el Señor me ha puesto aquí para algo breve y nada más”.
En la misma entrevista mencionó con aprobación la medida adoptada por su predecesor, añadiendo que no descartaba en absoluto hacer otro tanto.
De algún modo, parece improbable. Quizá ni Ivereigh ni el propio Papa acertaron en sus previsiones.