La localidad de Hamilton, en Nueva Zelanda, se encuentra conmovida por el drama que vive una de sus familias, que perdió a su hijo recién nacido en un brutal hecho.
El pequeño llevaba algunas ahora en su casa cuando fue atacado por el perro de la familia, de raza rottweiler. La madre dejó a su hijo para ir al baño y cuando regresó descubrió la dantesca escena.
En estado de shock, la mujer solo atinó a sentarse en las afueras de su casa a llorar con su hijo en brazos. Una vecina la vio y de inmediato trasladaron al pequeño a urgencias del Hospital de Waikato.
El niño ingreso en estado de extrema gravedad el domingo. Los médicos lucharon para tratar de salvarlo hasta el martes, cuando se confirmó la muerte del pequeño.
“Si tan sólo pudiera volver a este día contigo todavía en mi estómago, mi hijo”, subtituló una imagen de sí misma cuando estaba embarazada y sentada afuera en su jardín.
La misma vecina aseguró que el animal había tratado de enterrar al niño, que recién había nacido el día anterior.