El párroco César Cañete vive en Asunción, Paraguay. En este contexto de cuarentena en que las misas y procesiones están suspendidas, el padre se las había ingeniado para llevar la bendición de los ramos a los hogares.
Manteniendo la distancia recomendada, el sacerdote visitó casa por casa para que cada familia pudiera participar de este día especial en que comienza la Semana Santa.
Venía de realizar y transmitir una celebración eucarística en la Cuasi Parroquia Niño Jesús, una pequeña iglesia en la ciudad de Lambaré.
“Al cruzarme con la Policía Nacional esta mañana momento en que estaba bendiciendo… pasaron a mi lado y les salude desde la ventana del vehículo en que yo iba… para mi susto se detuvieron y se bajaron…¡hijole!”, cuenta con asombro el sacerdote.
“Imagínense lo que pasó por mi mente en segundos…”, cuenta el padre César, “pero para mi asombro me dijo el oficial SU BENDICIÓN PADRE…”.
Y remata: “primera vez en mi vida un policía se me ha encuadrado para esta sencilla y emotiva Bendición!!! El Señor siempre nos sorprende con detalles!!”
“Un momento peculiar de dos personas al servicio de Dios y de la patria”, menciona el padre César.
Varios usuarios se sintieron movilizados por la acción de los policías y la vocación del padre César para llevar la bendición a los fieles.
Algunos manifestaron con irónico asombro el hermoso gesto de fe de los oficiales: “Hay gente que todavía cree en Dios!”.