En Italia, un sacerdote fue arrestado luego de que una niña, de 11 años cansada de los abusos sexuales a los que era sometida, grabara pruebas fílmicas y lo denunciara.
“Es solo un juego, no hacemos nada malo”, es la frase que utilizaba el denunciado identificado como Michele Mottola para engañar a su víctima en la parroquia de Ducenta, ubicada en Nápoles.
“Déjame en paz, no tienes que tocarme”, se escucha que le decía la pequeña al sacerdote en las grabaciones presentados a la justicia italiana, según el medio italiano La Repubblica.
Los progenitores señalaron que el centro religioso de Ducenta trasladó las pruebas a las autoridades judiciales, lo que permitió agilizar la denuncia por abuso sexual contra el párroco italiano.