Santiago del Estero.-
La Justicia de La Banda, no solo logró identificar el cadáver NN hallado calcinado en una camino vecinal del paraje La Victoria, sino que además puso tras las rejas al sospechoso, un médico cardiólogo que cumple funciones en un sanatorio céntrico de esta Capital.
Tras más de 20 días de investigación, la Unidad Fiscal a cargo del Dr. Hugo Herrera determinó que el cuerpo —que tenía un disparo en la cabeza— pertenecía a un joven del barrio Congreso de la Capital.
Pese al hermetismo con el que la Justicia trabaja en torno a la investigación, se supo que todo comenzó en horas de la tarde del lunes 17. Un hombre identificado como Carlos Gerez, se presentó en la Comisaría 12 junto con una mujer llamada Felisa Espinoza. Allí el sujeto expresó que la mujer —de avanzada edad— quería denunciar la desaparición de su hijo. Se había retirado de su casa, ubicada sobre calle Santa Fe al 200, el pasado 5 de julio y desde entonces no logró tener contacto con él. Los uniformados (como cada vez que se radicaba una denuncia por ubicación de una persona adulta y de sexo masculino) se comunicaron con el Dr. Herrera quien solicitó la colaboración de la División Reconocimiento Ciudadano.
Allí la policía cotejó la huella dactilar del supuesto perdido con la huella obtenida de la mano izquierda del cadáver calcinado. La coincidencia fue contundente. El cadáver pertenecía a Daniel Enrique, quien tenía 28 años. Una vez reconocido el cadáver, la investigación se direccionó a su entorno más cercano. Los efectivos de la División Homicidios y Delitos Complejos Banda comenzaron con las averiguaciones. Se tomó declaración a familiares, amigos y vecinos.
Establecieron que la víctima vivía con su madre Felisa y no tenía pareja ni hijos. Además, determinaron que tenía un hermano mayor, un médico cardiólogo de 38 años, residente en el barrio San Carlos. El testimonio de un sereno fue clave. Un empleado de seguridad de la vivienda colindante a la casa de la víctima dejó entrever que había visto al médico —identificado como José Antonio Chávez Espinoza— en un Toyota Corolla, que era propiedad de Daniel. Éste y otros “detalles” llamativos, determinaron que el Dr. Herrera solicitara al juez de La Banda —Dr. Carlos Ordóñez Ducca— al menos tres órdenes de allanamientos de varios inmuebles y la detención del médico.