El femicidio de Natalia Coronel sacudió a los vecinos de la localidad tucumana de La Madrid este lunes por la madrugada y se convirtió en el sexto que ocurre en esa provincia en lo que va del año. El principal sospechoso es el marido de la víctima, Juan Carlos Salvatierra, quien después de atacarla y abandonarla al borde de la muerte, pasó por un hospital para pedir ayuda y se dio a la fuga.
Aunque las primeras versiones señalaban que Salvatierra había herido a su propio hijo de cuatro años y hasta que había escapado con él, fuentes policiales le confirmaron a La Gaceta que el sospechoso dejó al nene en la casa de un familiar antes de desaparecer.
Después de casi 24 horas de búsqueda, anoche cerca de las 22 los investigadores encontraron el cuerpo de un hombre de unos 32 años ahorcado en el interior de una escuela en la misma zona donde vive la madre del sospechoso y no descartan que se trate del femicida. “Tuvo que abrirse paso a través de la maleza para llegar por sus propios medios. Todo eso y las circunstancias de la muerte son materia de investigación”, detallaron.
La policía encontró el cuerpo de Coronel después de que su pareja se acercara al Hospital Ramos Massa y pidiera una ambulancia para su mujer, que había sufrido un golpe en su casa. Efectivamente, poco después encontraron a la víctima tirada en patio trasero de la propiedad pero los indicios no apuntaban a un accidente: la habían atacado a golpes.
Coronel no sobrevivió el viaje de regreso al hospital y murió antes de ser operada. El informe preliminar de la autopsia determinó que la causa de la muerte fueron “al menos cuatro golpes en la cabeza”. Fue una muerte violenta, pero los vecinos al declarar aseguraron no haber escuchado “gritos ni golpes”.
Los investigadores sospechan que el denunciante fue el agresor. Sin embargo, de confirmarse que Salvatierra se suicidó después de atacar a su esposa, se habrá llevado con él la posibilidad de conocer cuál fue el detonante que los llevó a una tragedia.