Los abominables hechos ocurrieron en el departamento Sarmiento, dejando secuelas psicológicas severas en la víctima, quien incluso intentó autoflagelarse en varias ocasiones como resultado de la violencia sufrida.
Según fuentes judiciales, los actos repulsivos tuvieron lugar cuando el chico tenía entre 10 y 13 años; actualmente, cuenta con 15 años. El agresor se aprovechó de la convivencia que mantenía con la madre del menor y de la ausencia de la misma en el hogar. En repetidas ocasiones, llevaba al joven a la habitación de la madre y, en otros momentos, a la habitación compartida con su hermano. En estos lugares, mediante amenazas y golpes, sometía al menor a prácticas sexuales horrendas.
El último ataque tuvo lugar cuando el menor tenía 13 años, y la serie de agresiones lo llevó a autoflagelarse, provocando un grave daño a su salud psicofísica. La gravedad de los hechos desencadenó una investigación que culminó en la condena del agresor.
El agresor fue sentenciado a diez años de prisión efectiva por el delito de abuso sexual con acceso carnal, considerado reiterado y triplemente agravado. La agravante se basó en la situación de guarda, el grave daño a la salud mental del menor y el aprovechamiento de la situación de convivencia preexistente.