En medio de la causa judicial que enfrenta Alberto Fernández por un caso de supuesta violencia de género contra su expareja Fabiola Yañez, y versiones de una supuesta vida licenciosa del exmandatario, se supo que Cristina Kirchner le había anticipado que esa conducta inapropiada podía generarle un dolor de cabeza.
Así lo señaló un artículo de Clarín, el que reconstruyó: “14 de septiembre de 2021, seis y media de la tarde, Quinta de Olivos. Habían pasado menos de 48 horas del duro traspié electoral en las Paso legislativas cuando Cristina Kirchner entró furiosa a la residencia presidencial y se dirigió al despacho de Alberto Fernández, con quien había pactado la reunión un rato antes, a través de intermediarios”.
Ambos estaban distanciados, incluso Cristina había dejado de llamarlo vía Telegram, el mecanismo más seguro que había encontrado para evitar que se filtraran sus diálogos. Cristina estaba fastidiada con Aberto Fernández tras la dura derrota en las urnas del domingo anterior.
“Duró tres horas y media la reunión del dúo Fernández en Olivos. Habló casi siempre Cristina, con Alberto atajando reproches y reclamos de lo que, entendía la principal referente del entonces Frente de Todos, era una catástrofe política que podría no haber sucedido si, siempre desde el libreto kirchnerista, el presidente hubiera tomado decisiones a tiempo para levantar la economía”.
“Martín Guzmán era el principal apuntado de Cristina y Máximo Kirchner por esos días y desde hacía unos meses, especialmente por cómo negociaba un potencial acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, pero también por su enemistad abierta con La Cámpora que tiempo antes lo había llevado al borde de la renuncia después de que los Kirchner le impidieran echar de Energía a un subsecretario díscolo como era entonces Federico Basualdo”, recordó el matutino.
Esa reunión entre Cristina y Alberto fue la antesala a la renuncia masiva de medio gabinete leal a Cristina, que finalmente no terminó concretándose, pero que decantó en la salida de varios funcionarios leales a Alberto.
Aunque el 90% de la charla giró en torno a la política por la política y por cómo encarar las generales, hubo espacio para un reclamo durísimo y directo de la vicepresidenta al presidente, que recrearon fuentes que estuvieron en Olivos ese mes de septiembre. La advertencia de la entonces vicepresidenta, a los gritos, fue dura y directa.
“Alberto, tenés que dejar de joder con las minas que traés acá, sos un pajero, pero sos el Presidente. Empezá a controlar lo que hacés en tu vida privada porque todo el mundo lo sabe y nos va a causar problemas a todos”.
Cuando se vieron las caras Cristina y Alberto había pasado apenas un mes desde aquel 12 de agosto de 2021 en el que se conoció la foto de la denominada Fiesta de Olivos, el cumpleaños de Fabiola Yañez que la primera dama y el Presidente habían celebrado con una decena de amigos en el momento más duro de la cuarentena por coronavirus, el 14 de julio de 2020, cuando toda celebración estaba prohibida.