A nueve años del femicidio de Ángeles Rawson, su madre, Jimena Aduriz, compartió un emotivo video de su colección personal, en el que, meses antes de ser víctima de un femicidio, su hija de 16 años interpretaba una de sus canciones favoritas, “My inmortal” (Mi inmortal), de la banda de rock estadounidense Evanescence.
Según contó Aduriz en declaraciones a la agencia Télam, el video fue grabado unos pocos meses antes de su muerte en junio de 2013, en una de las habitaciones del departamento de la calle Ravignani 2360 de Palermo, donde por aquel entonces vivían.
Es Juan Cruz, uno de los hermanos de “Mumi” y por entonces estudiante de cine, quien la graba interpretando esa balada que está incluida en “Fallen”, el primer LP lanzado en 2003 por Evanescence, la banda liderada por la cantante, pianista y compositora Amy Lee.
“La música era algo muy importante para ‘Mumi’ y éste era un tema icónico para ella, uno de sus favoritos. Ya lo había cantado en su fiesta de graduación de séptimo grado”, contó la mamá de Ángeles.
El video dura 4 minutos con 24 segundos en los que Ángeles interpreta el tema con una voz muy suave, sobre la base instrumental de un piano, y en el que alterna miradas al techo, a la cámara y un final con una encantadora sonrisa.
¿Cómo murió Ángeles Rawson?
Según el juicio realizado en 2015, aquel día a las 9.50 –horario en el que quedó grabada por una cámara de la cuadra-, Angeles (16) regresaba de su clase de gimnasia, llegó al edificio de Ravignani 2360, en Palermo, pero no entró a su departamento de la PB “A” porque se topó en el hall con el ahora condenado.
Para la Justicia, con algún engaño, el portero llevó a Ángeles a un sitio del edificio -para la fiscalía fue el sótano y para la querella la portería del octavo piso-, y allí inició un ataque sexual no consumado que, por la resistencia de la víctima, terminó en el homicidio. Una junta médica concluyó que Ángeles murió estrangulada y sofocada en no más de cinco minutos y que su asesino le fracturó cinco costillas, la clavícula derecha y una vértebra.
Si bien la chica no llegó a ser violada, la víctima tenía en una de sus rodillas, en la ingle y en la cara interna de los muslos, lesiones paragenitales que probaron que Ángeles padeció un abuso sexual. Según la sentencia, el encargado Jorge Mangeri ató y acondicionó el cadáver de la adolescente dentro de bolsas de residuos para luego desecharlo en algún contenedor de basura, razón por la que al día siguiente fue hallado en la Ceamse de José León Suárez.
El viernes 14 de junio Mangeri fue llevado a la fiscalía para una declaración testimonial y allí se autoincriminó cuando le dijo a la fiscal María Paula Asaro: “Soy el responsable de lo de Ravignani 2360”. Además, el encargado tenía 34 lesiones de las cuales más de 20 eran arañazos que habían sido enmascarados con quemaduras.
El 15 de julio de 2015, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 9 condenó a Mangeri a prisión perpetua como autor de los delitos de “femicidio en concurso ideal con abuso sexual y homicidio agravado criminis causae”.