Jonatan González era un trabajador administrativo de la Clínica Monte Grande, en la localidad bonaerense de Esteban Echeverría. Tenía 30 años y por ser parte del personal de salud podría haberse vacunado contra el coronavirus. Sin embargo, como no integraba el grupo de riesgo, prefirió no hacerlo.
Finalmente, se contagió de COVID-19 y, a pesar de su corta edad, falleció, dejando huérfanos a tres hijos. Por su parte, la institución lo despidió con una caravana que salió del sanatorio, y con un mensaje en Facebook.
“Estamos por despedirte, Joni, y todavía cuesta creerlo“, escribió la clínica. “No hay consuelo para el el equipo de trabajo; para el equipo chico que compartió tantas horas con vos en la guardia; para quienes escucharon tus sueños y proyectos, hoy truncos”.
“Estamos todos en un estado de incredulidad, vulnerabilidad e impotencia y así transitamos hoy los pasillos de la clínica”, mencionaba también el comunicado. “Nuevamente, nos sentimos ‘ensombrecidos’ con otra partida de un integrante del equipo de salud en manos de la pandemia”, expresó en referencia a Eugenio Bustillos, un enfermero que había fallecido por coronavirus en octubre del año pasado.
“Te recordaremos siempre como eras. ¡Buenísimo! Muy noble, sumamente colaborador, uno de los primero en ofrecerte para cubrir y reforzar las ventanillas de atención. ¡Dándolo todo, así viviste!“, describieron a González. “Todos quienes conformamos Clínica Monte Grande te despediremos hoy agradeciendo tu actitud de servicio inmensa”.