“Estaba imantada. No lo podíamos creer, era algo fuera de lo común”, contó Rocío.
Rocío Gómez recibió el miércoles la primera dosis de la vacuna de AstraZeneca contra el coronavirus, y poco después dijo que comenzó a experimentar un curioso “efecto secundario” que documentó con fotos que se hicieron virales: tenía el brazo imantado. O al menos eso afirma, porque toda la ciencia dice que es imposible.
La mujer contó que “fue contenta a vacunarse” en el Estadio Único de La Plata ya que “lo estaba esperando hace mucho tiempo”. Cuando volvió a su casa, su pareja le propuso “probar algo que había visto en Internet”. “Mi pareja se reía, yo que no creo en esas cosas virales, no le di mucha bola”, explicó Rocío al sitio 0221.
“Agarró unos clips de oficina normales y otros que son como mariposa, más pesados, y me los empezó a poner en el brazo donde me habían aplicado la vacuna. El decía que se me iban a quedar pegados, me parecía una locura, una cosa rara de Internet”, remarcó la periodista.
Pero para su mayor sorpresa, los clips quedaron adheridos a su brazo. “No se caían, se me quedaban pegados. Yo movía el brazo a ver si se corrían y nada”, sostuvo.
Entonces, comenzaron a tomar las fotos que se hicieron virales. “Estaba imantada. No lo podíamos creer, era algo fuera de lo común”, contó Rocío.
La periodista sostuvo que el efecto duró “un día y medio” y después de los clips se le ocurrió probar con un cuchillo: “y se adhirió, la parte del mango se quedó pegada. Lo hice varias veces”, afirmó.
Según dijo, la imantación ocurría cerca del punto del pinchazo. “Si movía las cosas algunos centímetros más abajo, ya perdía el efecto”, explicó.
Gómez también contó que “la zona del brazo le dolía y estaba enrojecida” y que por suerte el efecto desapareció. “El viernes ya no tenía el magnetismo en mi cuerpo”, recalcó la periodista.
Pese a ello, Rocío afirmó que vacunarse valía la pena. “Yo me la hubiera puesto igual a la vacuna, sabiendo lo del magnetismo del brazo, me parece importante vacunarse y la mejor es la que uno recibe. Yo fui contenta, si hoy me dijeran que iba a tener ese efecto, lo haría igual. Es curioso y raro, y por suerte llegué a documentar con fotos”, finalizó.
Pese a lo que afirma la mujer platense, los expertos mundiales aseguran que la imantación post vacuna es falsa, una mera teoría conspirativa viral. El objetivo de las vacunas es generar una respuesta inmunológica contra el coronavirus y estas no contienen ningún componente capaz de producir una atracción magnética.
La opinión de los científicos
El doctor Nicolás Torres, del Laboratorio de Inmunopatología del IBYME-CONICET, contó a la agencia de noticias AFP que “en las vacunas hay material genético, proteínas, algún azúcar. Y ninguna de estas moléculas tiene propiedades magnéticas fuertes como para pegar un imán”, agregó.
Thomas Hope, investigador de vacunas y profesor de biología celular y del desarrollo en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern, afirmó también ante la viralización de videos similaresen la web que “no hay nada en las vacunas con lo que un imán pueda interactuar; hay proteínas, lípidos, sales, agua y sustancias químicas que mantienen el pH. Eso es básicamente todo, así que (lo mostrado en los videos) no es posible”.
Hope precisó que incluso si las vacunas tuvieran trazas de una sustancia metálica, “tendrían que colocar una pieza de metal bastante sustancial debajo de la piel para que los imanes se adhieran”, y agregó que eso es imposible de administrar a través de una aguja.
Fuente: TN