Un hecho que algunos consideran un tanto insólito ocurrió recientemente en Corea del Sur, cuando a finales de octubre una mujer de 40 años, cuya identidad no fue revelada, fue detenida por la policía de aquel país por haber obligado a su marido a tener sexo durante 29 horas consecutivas.
Según informó el Daily Mail, esta mujer también obligó a su esposo a consumir Viagra, lo encerró en la habitación y tiró la llave de esta por la ventana para que así no pudiera salir.
Luego de las investigaciones, las autoridades informaron que esta señora lo que pretendía es que el juez considerara la violación conyugal como un delito, el pretexto ideal para que finalmente pudieran divorciarse, algo que venía buscando desde hace meses.
No es la primera vez que se produce un caso de estas características en Corea del Sur. Y parece que se está poniendo de moda. A comienzos de año, una mujer admitió haber drogado a su novio para atarlo y golpearlo con un martillo. ¿Su intención? Que los tribunales le otorgaran la separación por malos tratos.