Filmó al remisero que la acosaba y le sacaba fotos

La mañana del domingo pasado, Oriana, una joven estudiante de odontología, pidió un remís desde la casa de una amiga para regresar a su domicilio, en la ciudad de Corrientes. Se comunicó con la agencia “Remises El Águila” y le tomaron el pedido. Diez minutos después llegó el auto, un Chevrolet Corsa gris, identificado como el móvil número 38.

La joven relató en las redes sociales lo que le sucedió después, durante el viaje. En medio del recorrido, oyó una conversación que el conductor mantenía por radio con el operador en la base. Escuchó que le dijeron al hombre: “¡Está buena!”. Al levantar la cabeza, notó en ese momento que el chofer le estaba tomando fotos.

“Levanto mi cabeza y veo que le mandó dos fotos mías al operador y me estaba por sacar otra foto más”, relató ella.

Inmediatamente, la joven enfrentó al remisero, le reprochó por fotografiarla sin su consentimiento y decidió grabar el diálogo que tuvo con él. En las imágenes viralizadas, se oye al hombre reconocer que había tomado las fotos y excusarse mientras maneja. “El operador me dijo que le mostrara cómo eras vos”, le dijo a la joven.

“¿Para qué? ¿A usted le parece bien hacer eso?”, lo interpeló ella. El chofer minimizó la situación e insistió con su postura: “Me dijo mostrame cómo es, nada más. No hice nada malo”. “Sí, porque me está sacando foto”, le reprochó Oriana.

Oriana llegó a su casa pasadas las 8. Minutos más tarde despachó su ira a través de Twitter: “Un día más comprobando que son lo peor!! No se puede terminar bien UNA noche”, escribió junto a la filmación.

Horas después se dirigió a la agencia de remises, ubicada en la calle Unne al 400. “No me quieren decir nada. Me pidieron que por favor no haga la denuncia y me pedían disculpas. Me parece que si me lo hizo a mí, se lo hizo a un montón de chicas más”, dijo la joven al diario El Litoral.

Sin respuestas, luego se acercó a la Comisaría Quinta Urbana, pero la denuncia quedó archivada y el material fílmico fue descartado. Oriana, de 19 años, contó: “La fiscal de turno no lo toma como delito porque soy mayor de edad”.

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