En medio de la crisis económica que afecta a la provincia y al país en general, con una inflación en aumento y la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, Peralta ha destacado que un alto porcentaje de los beneficiarios del IPV se encuentra en mora con el pago de las cuotas, llegando al 80% de morosidad en todo el instituto.
Ante esta situación, se está trabajando en buscar soluciones para reactivar los pagos y continuar con los proyectos financiados por el IPV. «Se está trabajando a ver cómo flexibilizamos los modos de pago», indicó Peralta, quien también destacó que se está evaluando la posibilidad de reducir las cuotas o extender el plazo de pago en años para hacerlo más accesible.
Además, se están implementando medidas para mejorar la gestión de cartera y facilitar el pago de las cuotas, como la posibilidad de realizar el pago de manera remota a través de un botón de pago. También se está revisando el costo de las construcciones y cómo inciden en el valor de las cuotas, que en algunos casos alcanzan los 40 mil pesos mensuales. «Las cuotas ni siquiera cubren el valor de una construcción. Esto también se está revisando. No obstante, con la situación que hoy se vive en el país no podemos estar aumentando la cuota más de lo que ya está», reflexionó.
«Se están evaluando reducciones de cuotas o que se extienda el plazo en años del pago de las cuotas. Se busca que sea más accesible. Se está trabajando mucho con el equipo social y evaluando cada vez que se detecta alguna familia que está con una gran morosidad, cuál es su situación, y en función de eso, se va avanzando», concluyó Peralta.