Emprender puede sonar como algo desafiante e imposible y más en estos tiempos de pandemia, si bien es cierto que todos los procesos en La Argentina se han ralentizado y muchas inversiones
han caído, esto no tiene que ser un motivo para que te alejes de tu pensamiento emprendedor.
Hoy en día hay muchas formas de crear emprendimientos teniendo lo básico, sin necesidad de grandes inyecciones de capital, puedes ir haciéndolo a tu ritmo y teniendo la posibilidad de pedir préstamos personales; dependiendo del tipo de emprendimiento, claro está.
En esta nota, te vamos a dar algunas claves para que inicies con tu sueño y no siga posponiéndolo.
Analizá tus finanzas
Antes de invertir un centavo de tus ahorros, es importante colocar en contexto tu idea de negocio. La idea inicial de todo emprendimiento es ganar dinero, por lo que es de vital importancia entender el flujo de caja y su concepto relacionado.
Existen negocios que requieren solo de una pequeña inversión inicial para su puesta en marcha, y otros que, por el contrario, necesitarán una inversión importante para inventario, espacio físico
o equipos necesarios. En este último caso, podemos optar por la posibilidad de solicitar un préstamo personal que se ajuste a tus necesidades y a tu bolsillo, de manera que tengas ese empujón que necesitás para tu emprendimiento.
Utilizá tu tiempo libre.
Si todavía no tenés la posibilidad de renunciar a tu trabajo, podés hacer uso del tiempo libre disponible. Dependiendo del tipo de emprendimiento que tengas en mente podrás iniciar tu proceso de una forma u otra. Por ejemplo, si tu negocio tiene que ver con manualidades, podés intentar hacerlo en tu tiempo
libre. En estos casos, una buena alternativa es vender a través de redes sociales para luego ir desarrollando tu negocio.
Construí una idea factible de negocio.
Solo necesitás una idea para empezar ¡Miles de negocios exitosos empezaron de esa forma! ¿Qué te gusta hacer?¿Cuáles son tus pasatiempos? ¿Existe manera de capitalizar productos relacionados con eso que tanto te gusta?
Investigá exhaustivamente acerca de los productos que actualmente se encuentran en el mercado que estén relacionados. También, si ves que un producto se encuentra en todos lados,
podés estudiar y sacarle provecho a las tendencias.
Diseñá el branding de tu marca
Encontrar un nombre, logo y colores que reflejen la esencia de tu marca y lo que querés transmitir puede convertirse en una tarea tediosa si no tenés en claro lo que deseás. Pero no te asustes, ¡siempre se puede cambiar, mejorar! Lo importante es que tengas pensado un nombre que sea corto y fácil de recordar. Es recomendable realizar una búsqueda de empresas del mismo sector para asegurarte de que no tienen nombres o elementos similares. Por último, elegí una paleta de colores y elementos que
vayan en concordancia con tu idea de negocio.
Iniciar un negocio no es tarea fácil, pero tampoco es imposible. Puede aportar tantas experiencias y aprendizajes además de generar oportunidades de progreso tanto para vos como
para tus allegados.