Quedó en libertad el mendocino que estafó a más de 10 sanjuaninos con casas del IPV

El juez Eduardo Raed decidió sobreseer en dos causas al mendocino que está acusado de estafar con casas del IPV a más de 10 sanjuaninos. Se trata de Francisco Mario Quatrochi, de 64 años, a quien hasta su propia pareja lo denunció por estafa. Sin embargo, por esa causa -y otra más- fue sobreseído.

La resolución del magistrado salió a la luz el pasado martes. Quatrochi, defendido por la letrada Filomena Noriega, fue sobreseído -es decir, quedó libre y no puede ser juzgado nuevamente por el mismo episodio- en dos causas cuyas denuncias las había realizado su propia pareja, Eloisa Betina Astudillo, y un hombre, identificado como Leonardo Yoran. De esta manera, al presunto estafador le restan unas 12 causas. De igual forma, continuará detenido en el Penal de Chimbas.

Quatrochi es un mendocino de 64 años que vino de Maipú y que a principio de 2019 envolvió a la sanjuanina Betina Astudillo. La mujer -según denunció- fue su primera víctima, porque se fue a vivir con ella y sus hijos a un departamento que alquilaron en Chimbas, para después empezar con sus engaños. La causa que terminó de investigarse en la Unidad Conclusiva reveló que, usando a su mujer, hizo circular la versión de que tenía contactos en el Instituto Provincial de la Vivienda y que podía conseguir casas para vender.

En octubre de 2020, engañó a una portera -amiga de su mujer- a la que le sacó 71.500 pesos con ese verso, según la denuncia. Le dijo que él se encargaba de detectar casas del IPV, cuyos ocupantes no pagaban las cuotas y que iban a ser desalojados, según la denuncia. Así, le prometió que podía conseguirle una de esas viviendas, previo al pago de ese monto.

En otros casos se presentaba directamente como “inspector” o amigo de la infancia del director del IPV, a partir de lo cual daba la certeza de que gestionaría y entregaría esas casas. Otras que cayeron en la trampa de Quatrochi fueron dos mujeres de apellido Díaz, a una de las cuales le sacó 160.000 pesos y a la otra 40.000. A Luis Morán lo engañó de la misma manera y le cobró 73.000 pesos, según la causa. Igual que Marcela Leitón, que llegó a entregarle 73.000 pesos, y a un tal Sergio Salinas que le pagó 70.000.

Supuestamente también estafó a los familiares de su mujer. A Marcela y María Astudillo, sobrina y hermana de Betina, les pidió 50.000 y 85.000 pesos, respectivamente. A Simón González, un primo de Betina, logró sacarle 100.000 pesos. A dos personas de apellidos Zarate y Segovia, conocidos de Astudillo en Calingasta, los embaucó con 100.000 y 101.000 pesos, de acuerdo a la acusación.

En las listas de víctimas de Quatrochi figuran, además, tres familias de apellidos Desseff, Díaz y Alfaro, que perdieron 84.000, 23.000 y 60.000 pesos con el cuento de la promesa de una vivienda del IPV. Quatrochi fue denunciado por su propia mujer y por el hombre, Leonardo Yoran, que le alquilaba el departamento de Chimbas, pero no hubo pruebas suficientes para comprobar esas supuestas maniobras. Por ende, fue sobreseído en ambas causas. Sin embargo, continúa siendo investigado por el resto.

El escándalo estalló en los primeros días de noviembre, cuando abandonó a su mujer y se descubrió que todo lo que ofrecía era mentira. La causa se inició en el Quinto Juzgado de Instrucción y a los días detuvieron a Quatrochi en un hotel. En el allanamiento encontraron fotocopias de documentación de los denunciantes. En la indagatoria, Francisco Quatrochi negó haber engañado a todas estas personas. Sí aseguró que algunos le pagaron para hacer “gestiones”. También reconoció que la plata que recibió la gastó para comer y vestirse.

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