Un hombre asesinó este miércoles de un tiro en la cabeza a otro e instantes después murió cuando volcó el auto en el que escapaba de la policía por una ruta de acceso a la ciudad de Bahía Blanca, informaron fuentes policiales.
El episodio ocurrió pasada la medianoche cuando Mario Gómez (25), quien trabajaba como vigilador en una garita ubicada en inmediaciones del Mercado Municipal de Bahía Blanca, fue hallado gravemente herido de un balazo en la cabeza en la intersección de las calles Donado y Beltrán.
El vigilador fue auxiliado por efectivos de la policía bahiense, quienes al aproximarse al lugar alcanzaron a ver a otra persona que se daba a la fuga a bordo de un automóvil Volkswagen Suran rojo, explicaron a Télam fuentes de la pesquisa.
Gómez fue trasladado al Hospital Municipal, donde poco después falleció, en tanto varias patrulla policiales montaron un operativo cerrojo para dar con el sospechoso que huía en la Suran.
En el marco del operativo, policías a bordo de un móvil del Comando de Patrullas observaron ese vehículo cuando se trasladaba por la ruta 3, en dirección a Punta Alta, por lo que se inició una persecución.
En esas circunstancias, el conductor de la Suran perdió el control del rodado, chocó contra un guardarrail y volcó, lo que le produjo la muerte en el acto.
Las fuentes informaron que junto al cuerpo del fallecido se encontró un revólver calibre 38, que presumiblemente fue el empleado para matar al vigilador.
El conductor fue identificado como Gonzalo Gogorza (25), quien vivía en Villa General Arias, en proximidades de Punta Alta.
Uno de los investigadores dijo que al parecer Gogorza había perdido la concesión de la vigilancia de la cochera del Mercado Municipal en los últimos días y que había sido reemplazado por Gómez, a quien atacó.
El jefe de la comisaría primera Bahía Blanca, José Luis Obechaca, dijo que Gogorza contaba con antecedentes penales y que en 2011 le había efectuado un disparo a otra persona en Villa Arias. Ese incidente, se produjo el 3 de septiembre de 2011, en Villa del Mar, de Punta Alta.
Fue cuando, en medio de una discusión, Jonathan Aranda, entonces de 20 años, recibió un balazo en el sector izquierdo del tórax. El agresor estuvo varios años preso.
También detalló que la pistola hallada en el vehículo estaba registrada a nombre de su padre ya fallecido.
El hecho es investigado por el fiscal Jorge Viego, en el marco de la causa caratulada como “homicidio y muerte por accidente”, según informó Télam.