Lo que se presentó como, quizás, el último enfrentamiento de una rivalidad histórica, terminó siendo una fiesta de fútbol en Arabia Saudita. Lionel Messi y Cristiano Ronaldo se volvieron a ver las caras en momentos de sus carreras bastante alejados de sus viejos choques con Barcelona y Real Madrid, pero aún así dejaron un espectáculo: representando respectivamente a PSG y a Riyadh All Stars, un combinado de jugadores de Al-Nassr y Al-Hilal que dirigió Marcelo Gallardo, protagonizaron una emocionante exhibición que terminó con un resultado de 5-4, un penal errado, un jugador expulsado y emotivos saludos.
El propio Messi fue el encargado de abrir el marcador con apenas dos minutos disputados, gracias a una brillante conexión con Neymar y posterior definición ante la salida del arquero Mohammed Al-Owais. Luego encontró la igualdad Ronaldo, que tras recibir un puñetazo en el área de Keylor Navas convirtió de gran manera un penal, y antes del final del primer tiempo anotarían Marquinhos para el 2-1 y CR7 de nuevo para el 2-2, luego de una pifia de su ex compañero Sergio Ramos. El español tendría su redención en el segundo tiempo, marcando el 3-2 luego de un pase de Kylian Mbappé, antes de que el coreano Jang Hyun-Soo encontrase el 3-3 tras un córner de Gonzalo “Pity” Martínez, que se reunió con Gallardo luego de cuatro años. Pero PSG siguió atacando, e inmediatamente encontró un penal que Mbappé convirtió para el 4-3 parcial.
Llegada la hora del partido, la gran mayoría de las estrellas se retiraron del campo de juego según lo acordado entre los equipos, y el desarrollo del partido cambió casi por completo. Los locales tomaron la iniciativa por medio de Anderson Talisca, pero aún así en un contraataque el campeón francés encontró un quinto gol gracias a Hugo Ekitike. El brasileño eventualmente tendría su premio sobre el final del partido gracias a un tiro potente desde media distancia, pero no fue suficiente para revertir el resultado, que terminó en 5-4.