La directora ejecutiva de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta, aseguró que el Poder Ejecutivo trabaja en una nueva fórmula de movilidad de los haberes de jubilados que combine la evolución de los salarios y la recaudación del organismo previsional y que, si bien contará con el aporte de distintos sectores políticos y sociales, «deberá estar discutida y sancionada para diciembre».
En esa tarea trabajan funcionarios del Ministerio de Economía, Trabajo, ANSES y el Congreso y una de las iniciativas consiste en reflotar con algunos cambios el cálculo aplicado entre 2009 y 2017. La idea es que los haberes se actualicen por la recaudación tributaria destinada a la seguridad social y la variación de los salarios. La Ley 26.417 aprobada en 2008 preveía una actualización semestral y utilizaba el mejor resultado entre el índice de salarios del INDEC y el de las remuneraciones (RIPTE) publicado por el Ministerio de Trabajo.
«Estamos pensando en consensuar con el resto de los ministerios una fórmula que tenga en cuenta la evolución de los salarios y los ingresos totales de la Anses y la recaudación tributaria. Nuestro objetivo es que los jubilados y jubiladas, pensionados y pensionadas tengan un haber justo, y que su fórmula de ajuste sea fruto del aporte y discusión de los distintos bloques políticos, sindicatos, especialistas y organizaciones que defienden los intereses de los jubilados. Eso es lo que estamos haciendo en el Congreso», explicó Raverta a Telam.
El esquema en estudio, según los especialistas, tendría en cuenta a su vez la inflación, una de las variables exigidas por la oposición. La fórmula aplicada desde la reforma de 2017 hasta su suspensión a fines de 2019 por la Ley de Solidaridad se ajustaba en forma trimestral un 70% por el IPC del INDEC y un 30% por el RIPTE. La propuesta ahora es que los salarios y la recaudación tengan un mayor peso que los precios.
El objetivo es que los haberes le ganen a la inflación de cara a un 2021 que el Gobierno espera que sea de mayor actividad y con aumento de los salarios. Pero no se contemplaría un mecanismo para recuperar los casi 20 puntos que perdieron las jubilaciones con la ley 27.426 en 2017, al excluir un trimestre del cómputo (efecto empalme) y considerar la inflación con seis meses de rezago. Ni tampoco la diferencia resultante de hasta 17 puntos por la interrupción de dicha movilidad.
Respecto a los plazos, Raverta remarcó: «Hay un ámbito que es el Congreso donde, en una comisión bicameral, se escucha a especialistas y se discute una nueva fórmula semanalmente. Mientras tanto vamos trabajando una fórmula de movilidad que vamos a consensuar con el resto de ministerios para presentar desde el Ejecutivo. Así que para diciembre tenemos que tener una fórmula de movilidad previsional discutida y sancionada».
Todo este proceso deberá definirse antes de enero, dado que en diciembre vence el plazo que fue establecido para armar una nueva fórmula. Además, en diciembre se otorgará un nuevo aumento de jubilaciones, y según fuentes parlamentarias, todo indicaría que volverá a darse de manera discrecional, por decreto, tal como la suba otorgada en marzo, junio y septiembre, según informó Diario Uno.