En una audiencia cargada de tensión, Luis Gerardo Gutiérrez y Graciela Gutiérrez, acusados del asesinato de Eloy Alexander Castro Aguirre, comparecieron ante el juez de Garantías Matías Parrón en la primera audiencia judicial. El trágico suceso ocurrió el pasado sábado 23 de diciembre en un baldío en la intersección de calle Correa entre Mendoza y Catamarca, en Concepción.
La víctima, Alexander Eloy Castro Aguirre, un sanjuanino de 41 años con antecedentes penales, perdió la vida de manera violenta, siendo apuñalado y posteriormente arrojado a un pozo negro en el asentamiento Santa Bárbara. Los hermanos Gutiérrez fueron detenidos poco después del crimen, gracias a la colaboración de testigos que señalaron a los sospechosos.
El fiscal de la causa, Francisco Micheltorena, solicitó la imputación de los hermanos por homicidio simple, delito que podría acarrear una pena de 8 a 25 años de prisión en caso de ser declarados culpables. El juez Parrón determinó la prohibición de libertad para los acusados, quienes permanecerán detenidos al menos durante los próximos dos meses, aunque la Fiscalía había solicitado un plazo de ocho meses.
El conflicto que desencadenó el trágico desenlace se originó en una disputa entre la familia Castro Aguirre y los hermanos Gutiérrez. Según fuentes ligadas a la investigación, la confrontación comenzó como una gresca que terminó con Luis y Graciela Gutiérrez golpeando a la víctima con un fierro y un machete, para luego propinarle una puñalada fatal. Herido, Castro Aguirre cayó a un pozo negro en una de las viviendas cercanas.
Durante la audiencia, los hermanos Gutiérrez optaron por no prestar declaración ante el juez, manteniendo un silencio que podría complicar su situación legal en el desarrollo del proceso judicial.
El operativo policial para la detención de los acusados fue llevado a cabo por personal policial y el Grupo Geras. Luis Gutiérrez fue aprehendido en la vía pública, mientras que Graciela Gutiérrez fue encontrada en una casa en Concepción. Se procedió al secuestro de evidencia clave, incluyendo el mango de un arma blanca, un fierro, una pala y prendas de vestir con rastros de sangre pertenecientes a los hermanos Gutiérrez y a la víctima.